Sónar 2009: ¿Qué es lo que diferencia la música de Omar Souleyman y Camela?
Desde este blog os recomendamos meses atrás la actuación de Omar Souleyman en la reciente edición del Sónar. A pesar de algunos comentarios peyorativos que han podido leerse estos días, parece que el público se lo pasó en grande. Hoy muchos periodistas, bloggers y asistentes comparan a Omar con Camela y se preguntan si éstos actuarán en la próxima edición del festival. A esto queremos intentar argumentar por qué tiene cabida el primero y en cambio no la tienen los reyes de la tecno-rumba.
Si nos basamos en el principio de que el Sónar abre sus puertas a todo género electrónico, Camela encaja tanto como Jeff Mills o Grace Jones. No obstante a la práctica no es así. Hay ciertos géneros musicales que suelen quedar excluidos, como por ejemplo el Goa, el Acid Trance o el bacalao valenciano. Esto es así porque el programa del Sónar no se basa en el «todo vale», sino en el comisariado que realizan durante todo el año sus organizadores. El mismo equipo que ha creído interesante contratar a Animal Collective es quien ha aprovechado el tour europeo del sello Sublime Frequencies para presentarnos a sus artistas más reconocidos: Omar Souleyman y Group Doueh (este último excluído de este evento por no tratarse de un artista electrónico). Por lo tanto el único motivo para incluir a unos y no a otros se basa más en el criterio musical de sus organizadores que en la instrumentación utilizada.
Y ahora es cuando trataremos de contestar a la pregunta del millón, ¿qué es lo que hace más interesante a ojos de los organizadores del Sónar a Omar Souleyman que a Camela? No puedo hablar en su nombre pero sí que puedo daros mi punto de vista. Empezaré reconociendo que valoro más canciones como [«Atabat»]() que el repertorio completo de Fever Ray. El por qué de esto no voy a contestarlo aquí para no extenderme. Pero en cuanto a la música de Camela quiero constatar que a pesar de su matiz rumbero, esconde detrás un pop tan vulgar y corriente como el de los triunfitos o el de las vanagloriadas reinas del pop internacional. Camela bebe de la rumba y el techno-pop nacional, pero sobretodo del pop occidental facilón. En cambio, Omar no utiliza en sus melodías escalas menores occidentales que Camela u otros artistas de pop árabe han tomado prestadas, sino escalas árabes tradicionales. Esto no lo hace mejor que el resto, pero sí que lo hace más interesante para quienes no nos gusta que nos machaquen una y otra vez con lo mismo. Además era la primera vez que Omar Souleyman actuaba en Occidente y por lo tanto se trataba de una oportunidad única para presenciar una música en directo que hasta ahora nos ha sido desconocida.
Os remito al fragmento de su actuación que ha publicado la revista The Wire y os recomiendo una vez más el álbum «Highway to Hassake» (Sublime Frecuqncies, SF031).