La calumnia de TechCrunch a Last.fm
El pasado viernes muchos estuvieron a punto de eliminar su cuenta en Last.fm después de leer la escandalosa notícia que publico el blogger Erick Schonfeld desde TechCrunch. Éste afirmaba haber recibido notícias de que Last.fm estaba entregando información sobre sus usuarios a la RIAA (Recording Industry Association of America) para así poder localizar a las personas que habían hecho circular el último álbum de U2 a través de P2P.
Como ha podido leerse estos días, miles de fans ya se han hecho con «No line on the horizon» después que Universal Australia lo pusiera en circulación accidentalmente antes de la fecha prevista. Esto ha podido constatarse gracias al servicio Scrobble de Last.fm, el cual envía información sobre los hábitos musicales de sus usuarios. De esta manera podemos ver aquí quiénes están escuchando el álbum de U2, el cual no será publicado oficialmente hasta el 27 de febrero. Conscientes de la falta de privacidad que esta funcionalidad supone, Last.fm incluye la siguiente cláusula en su política de privacidad:
Last.fm does not process any personally identifiable information related to your record collection and/or profile in any manner other than as described in this Policy. However, please note that, in addition to the third party access that is identified in this Policy, your record collection (including your skipping history) may be viewed by all other users of Last.fm (who may include other organisations or representatives of other organisations who have registered as Last.fm users) and that they may easily associate this information with your Last.fm username.
El bulo de Techcrunch fue desmentido en pocas horas por Last.fm y sus usuarios vuelven a respirar tranquilos. No obstante este incidente ha puesto de nuevo al descubierto los peligros que implican las redes sociales respecto a la privacidad de sus usuarios.