Duelos vocales entre mujeres inuit
La música de los inuit constituye un testimonio de las formas más primitivas del canto humano. Se trata de un canto armónico que supone una ruptura estilística con el canto natural.
Algunos etnomusicólogos sostienen que la música de los inuit constituye un testimonio de las formas más primitivas del canto humano. Se trata de un canto armónico que supone una ruptura estilística con el canto natural, una búsqueda por comunicar emociones trascendentales mediante la propia esencia del sonido. Estos cantos que no tienen textos, sino expresiones sin sentido o de significación olvidada, fueron prohibidos por los sacerdotes cristianos durante casi cien años – a pesar de su carácter aparentemente secular – y surgieron como un modo de entretenimiento entre las mujeres en tiempos en que los hombres partían de caza. A diferencia de otros cantos armónicos de otras regiones del mundo, en particular del Tíbet, Mongolia y Tuva, las «cantantes» inuit sólo cantan a dúo con las bocas enfrentadas a muy poca distancia y así poder usar la cavidad bucal de la otra contrincante como resonador acústico.
Estos duelos habitualmente duran dos o tres minutos, y en cualquier momento, una de los dos mujeres puede decidir cambiar el motivo; la segunda mujer debe seguirla a pesar del cambio, y el nuevo motivo se repite hasta que escuchamos un nuevo cambio. La ejecución debe durar lo máximo posible y requiere aguante. Si una de las mujeres se queda sin aliento o se desincroniza con su compañera, la ejecución termina y con ello pierde el juego.